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Caligula y su caballo que se convirtió en Emperador de Roma

Calígula estuvo al frente del Imperio Romano durante los años 37-41 de nuestra era.  Una grave enfermedad del emperador, ocurrida al poco de llegar al poder, la cual habría sido el motivo para explicar la auténtica imagen de este cruel gobernante. Y uno de sus mayores delirios le llevó a adorar hasta el extremo a un caballo de nombre Incitatus (impetuoso)

De origen hispano, el nombre original del semental era Porcellus (cerdito), apelativo que el emperador consideró impropio. Era tal la admiración de Calígula hacia su mascota equina que la llegó a nombrar cónsul de Bitinia (territorio al norte de Turquía) en una actitud de claro menosprecio hacia las instituciones y senadores de Roma durante su reinado, más que por su demencia.

Incitatus era un caballo de carreras que llegó a participar en las competiciones celebradas en el hipódromo de Roma. Para conseguir que el equino estuviera descansado, la noche previa a la carrera Calígula decretaba un silencio general en Roma que ningún ciudadano podía violar bajo pena de muerte. Y hasta llegaba a dormir con él.

Si el animal se mostraba nervioso en los prolegómenos de la competición, el emperador enviaba una cohorte de su guardia pretoriana a un determinado barrio de Roma con la intención de castigar a quien osara perturbar su descanso. Varias fuentes legan que Incitatus solo llegó a perder una carrera de competición en su vida, tras la que el emperador demente ordenó la muerte del auriga vencedor.

Calígula ordenó construirle una caballeriza de mármol con pesebres de marfil para su uso exclusivo. Más tarde, le regaló toda una villa con sus jardines y 18 sirvientes a su disposición para que cuidaran de él. Erigió, asimismo, una estatua de marfil en su honor. Incitatus se alimentaba de copos de avena mezclados con oro. En las cenas, el emperador le ofrecía vino servido en copas de oro y manjares como ratones, calamares, mejillones y pollo. Incluso le llegó a encontrar una esposa. Pero no era una yegua al uso como se podía suponer, sino una mujer llamada Penélope, que pertenecía a una de las familias más nobles de Roma.

El caballo adorado por el emperador vestía con tintes púrpuras, los más caros, y siempre se presentaba en público engalanado con joyas y piedras preciosas. Calígula consideraba a Incitatuscomo “una combinación de todos los dioses” y lo adoraba como tal. No cabía duda. Su delirio le llevó a ser asesinado por la guardia pretoriana en el año 41, y con el fin del emperador loco, también Incitatusexpiró su último aliento.

Fuente: http://ow.ly/wpwZ30dn4Mr

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